miércoles, 3 de febrero de 2016

[Comentario] Colbert-Mazarino

En este diálogo entre Colbert y Mazarino se refleja una situación que está de actualidad en los tiempos de crisis que vivimos. Como nos dice en el texto, cada día nos oprimen para pagar más y más, dando la impresión de que solamente vivimos por y para llenar los bolsillos de terceros en vez de los nuestros. Cuando Mazarino dice que se deben crear impuestos sobre los que no son ni ricos ni pobres, sino sobre la clase media que sueña con algo tan simple como poder vivir con una mínima holgura y que se rompe la espalda para ello. Pero esta situación la podemos encontrar hoy, sin necesidad de remontarnos a otras épocas, viendo como al ciudadano medio lo castigan numerosos recortes y se aprovechan de su buena fe, robándole y riéndose más tarde de él.

Pero ya no solo España sino Europa, el mundo entero, necesita un cambio radical en las formas, normas de las política que solo saben robar, especular, con diplomacia constitucional por su aforamiento perpetuo, otorgando total inmunidad legal, a todos sus actos impropios, perdiendo sus valores de responsabilidad, por que no les importan sus votantes y el pueblo español/europeo, solo les importa sus cuentas corrientes; aumentarlas a costa de los demás, cuando ya le han quitado todo a los más pobres van a la clase media para convertirlos en pobres también, de forma que solo queden ellos, los ricos, y me pregunto yo: ¿Cuándo también dejen a la clase media sin nada, quien pagará esos impuestos? Porque ellos está claro que no.

Solo nos queda sufrir, ser el hazme reír de la invasión, con sus leyes legitimas aparentemente por una constitución que solo les ampara a ellos y castiga al pueblo.
La famosa clase media somos meros sujetos económicos. Pero ¿Qué pasa con este modelo de sociedad si se tritura la clase media, como es el caso?


[Comentario] El diezmo

El diezmo es un impuesto del diez por ciento (la décima parte de todas las ganancias) de la producción obtenida en tierras propiedad de una institución, como la Iglesia, y que se debía pagar a un rey, gobernante o líder eclesiástico. Por lo que se refiere a España, la obligatoriedad del diezmo se introdujo a través de Aragón y Cataluña. El pago del tributo se realizaba en especie y representaba un décimo de los frutos de la agricultura o ganadería obtenidos por el creyente. Existían dos categorías de diezmos:  
  • El mayor: Se aplicaba sobre los productos generales, como los cereales, vinos, aceites, vacas, ovejas, etc., 
  • El menor: Comprendía los bienes más específicos como aves de corral, legumbres, hortalizas, miel, etc.

Los diezmos se distribuían por tercios en función de su destino, un tercio se dedicaba a la construcción de iglesias, otro a sufragar los gastos del personal eclesiástico y, el último, a cubrir las necesidades capitulares. El castigo más eficaz para evitar el fraude fue la excomunión, que no se levantaba hasta que el contribuyente pagara la totalidad de las cantidades debidas. Los ingresos obtenidos eran recogidos por el “colector” y entregados a los párrocos, abades y obispos. Para facilitar este proceso los vecinos podían nombrar a un “dezmero”, que iba retirando los productos de las casas de los contribuyentes
 
En ocasiones, la recaudación perdía su sentido originario al ser percibida por los señores feudales, como consecuencia de ser patronos de un monasterio o iglesia o de haber comprado los derechos recaudatorios a la Iglesia. A pesar del nombre, el tipo aplicado variaba según los objetos gravados y las regiones, por lo que no siempre alcanzaba el diez por ciento.
 
En 1837 se acordó la supresión de los diezmos en España, pero las necesidades de recursos para la Primera Guerra Carlista, obligaron a diferir la efectividad de la medida hasta la conclusión del conflicto. En 1841 nació la contribución de culto y clero que supuso, que el impuesto siguiese incidiendo aunque fuese con otro nombre.
 
Pues bien tras dos siglos de aprendizaje y errores del diezmo, como afirma el artículo anterior, se sigue pagando en algunos casos donde las tierras trabajadas siguen siendo propiedad de la Iglesia. Este es el caso de una familia de A Coruña que tras haberse eliminado el objetivo por el que pagaban este impuesto, la Fundación eclesiástica encargada de esas tierras les reclamo 10 años de "deudas", cosa que me parece absurda al ser algo propio de la edad media, a día de hoy, tras haberse aprobado leyes que no obligan a pagar este tipo de impuestos y si esas tierras pertenecían a la Iglesia, deberían de haber sido devueltas o compradas por los arrendados y no llegar a situaciones tan arcaicas como lo que le sucedió a esta familia y quien sabe si sucede aún en más sitios.

[Comentario] La desamortización

La Desamortización es un proceso político, social y económico de larga duración en España (1766-1924), en el cual la acción estatal, dirigida por el ministro Godoy, convirtió en bienes nacionales las propiedades y derechos que hasta entonces habían constituido el patrimonio amortizado de diversas entidades civiles y eclesiásticas para enajenarlos inmediatamente en favor de ciudadanos individuales. Así pues, la desamortización consistió en la expropiación forzosa y subasta pública de las tierras y bienes hasta entonces inalienables; es decir, propiedades desatendidas por parte de la Iglesia Católica o las órdenes religiosas y que fueran acumuladas por aquellos habituales beneficiarios de donaciones, testamentos y abintestatos. También se contaron en la magna operación los llamados baldíos y tierras comunales de los municipios. En otros países sucedió un fenómeno de características más o menos similares.
Si generalizáramos y dividiéramos España en una zona sur con predominio del latifundismo y una franja norte en la cual existe una mayoría de explotaciones rurales medias y pequeñas, podríamos concluir, que el resultado de la desamortización fue concentrar la propiedad en cada región en proporción al grado existente previamente, por lo que no se produjo un cambio radical en la estructura de la propiedad.
 
 Las consecuencias se pueden enumerar los siguientes puntos:
  • Saneamiento de la hacienda pública que ingresó más de 14.000 millones de reales procedentes de las subastas.
  • Se produjo un aumento de la superficie cultivada y de la productividad agrícola; asimismo se mejoraron y especializaron los cultivos gracias a nuevas inversiones de los propietarios.
  • La mayoría de los pueblos sufrieron un revés económico que afectó negativamente a la economía de subsistencia, pues las tierras comunales que eran utilizadas fundamentalmente para pastos pasaron a manos privadas.
Las desamortizaciones hicieron que España viese rotas sus relaciones con el Vaticano en varias ocasiones a lo largo del siglo XIX. Las principales desamortizaciones en este tiempo fueron las de Mendizábal y Madoz.

[Mapa] Europa a finales del siglo XIX

La sociedad europea había alcanzado profundas transformaciones en relacion con la situación de principios del siglo XIX.La educación mejoró muchísimo y la alfabetización llegaba a cuotas nunca vistas.Las ideas que nacieran de la Revolución francesa habían llegado a todos los países europeos.La Revolución francesa se debió a las dificultades económicas que acosaban a la sociedad del antiguo régimen. Aunque las causas inmediatas y próximas de la Revoluión eran peculiares a Francia, especialmente la crisis financiera del gobierno.Esta revolución fue un intento de encontrar respuesta a las dificultades económicas de la sociedad el siglo XVIII en general. La sociedad paso de la exclusividad de la agricultura a una estructura dual entre el agrario y la manufactura. La invención de numerosas máquinas sustituyó en mucas ocasiones la fuerza de trabajo por las máquinas.La industralización también mejoró transportes y comunicaciones. La mano de obra se desplazó hacía la ciudad.Millones de personas marcharon con escasemente lo sufiente para superar el viaje y al llegar a sus destinos se encontraron abandonados y expuestos a todo tipo de explotaciones. Frente al avance industrial del maquinismo los salarios siguieron siendo bajos a lo largo de todo el siglo, con la consecuencia de que estaban al límite de la supervivencia,mientras, las industrias se iban capitalizando con las ganancias de las sociedades por acciones. Todo ello contribuyó a que la explotación capitalista de las masas obreras alcanzará cotas tremendas: jornadas de sol asol,persecuciones de los movimientos obreros y de sus líderes, carencia de toda clase de regulaciones legales sobre los contratos de trabajo. Resultado de esta explotación y de que no había protección social por parte del Estado surgieron las luchas sociales y la tensión entre las naciones de Europa fuerona dar las guerras internas europeas que desencadenaron desde principios del siglo XX y que se entienden hasta 1945, incluyendo las dos guerras mundiales(1914-1918 y 1940-1045), pasando por las Guerras Civiles Balcánicas de 1906-1913, la Revolución Rusa de 1917 y La Guerra Civil Española de 1936 a 1939.

[Mapa] Europa a principio del siglo XIX


A principios del siglo XIX gobernaba en Francia Napoleón Bonaparte el cual puso fin al proceso revolucionario con un régimen personal que, investido del poder imperial, intentó imponer en toda Europa el dominio francés y las ideas de la Revolución. Su genio militar y la superioridad de su ejercito fueron instrumentos de una desmedida ambición que, finalmente, sucumbió ante la reacción combinada de las naciones europeas. Después de esto los franceses intentaron dominar España, pero el pueblo de Madrid se levanto contra esta invasión, por lo que mucha gente fue fusilada y el levantamiento se extendió por todo el país, por lo que esto dio comienzo a la denominada guerra de la Independencia. Inglaterra envió tropas para luchar contra el ejército francés, y los españoles organizaron una guerra de guerrilas las cuales consistían en hacer ataques rápidos pero frecuentes. La guerra terminó con la victoria española. Por otra parte, desde principios de siglo existe un proceso llamado descolonización en el cual hubo sublevaciones contra la corona española en las colonias americanas, que lucharon por su independencia. Poco a poco las colonias se fueron transformando en países independientes y España perdió sus posesiones en otros continentes.

martes, 2 de febrero de 2016

[Mapa] Divisiones administrativas de España después de Javier de Burgos


Tras la muerte de Fernando VII, su viuda María Cristina de Borbón ocupó la regencia, tratando de llegar a un acuerdo con los partidarios de Carlos María Isidro, sin perder el apoyo de los liberales. Esta misión se la confió a Francisco Cea Bermúdez, líder de un gobierno que apenas duró tres meses. Pero, aunque los esfuerzos por atraer a los carlistas fueron en vano, su gobierno emprendió una reforma de gran envergadura de la mano de Javier de Burgos, ministro de Fomento: la división de España en provincias. Para esto se basó en los planteamientos del Nuevo Régimen pero tomando como base la antigua división en reinos de España. El decreto fue aprobado el 30 de noviembre.
Esta separación se ha mantenido prácticamente sin cambios a nivel provincial hasta la actualidad. Dividía el territorio español en 49 provincias, separándolas en "regiones históricas", a partir de ciertos criterios «racionales»: extensión (desde el punto más alejado de la provincia debería poder llegarse a la capital en un día), población (las provincias deberían tener una población entre 100.000 y 400.000 personas) y coherencia geográfica. A la cabeza de cada provincia, el gobierno de la nación designaría un representante, que ostentaría el título de «jefe político».

[Mapa] Divisiones administrativas España antes de Javier de Burgos


Durante el siglo XIX, en España se asiste a una lucha entre el Antiguo Régimen y Estado Liberal con dos conceptos antagónicos de gobierno. El Estado liberal necesita una nueva ordenación del territorio, que le permita gobernar el país de manera uniforme, recaudar impuestos y crear un mercado único con leyes iguales para todos.
Tras el levantamiento del general Riego, durante el Trienio Liberal (1820–1823), se impulsa la construcción del Estado Liberal, y con él se promueve una nueva división provincial, aunque primero se recuperan las diputaciones de 1813. Se trataba de que esta división alcanzara a todo el país, sin excepciones, y fuera la trama única para las actividades administrativas, gubernativas, judiciales y económicas, según criterios de igualdad jurídica, unidad y eficacia.
En enero de 1822 se aprueba, con carácter provisional, una división provincial de España en 52 provincias. Algunas de estas provincias aparecen por primera vez, como las de Almería y Málaga (desgajadas del tradicional Reino de Granada), Huelva (del Reino de Sevilla), Calatayud o Logroño, y otras aparecen con nombre nuevo como Murcia o las Provincias Vascongadas.
Este proyecto hace pocas concesiones a la historia, y se rige por criterios de población, extensión y coherencia geográfica.
En 1823 se restablecen las provincias del Antiguo Régimen (reforma llevada a cabo por Javier Burgos) por lo que el plan de 1822 nunca llegó a entrar en vigor.

[Cuadro cronológico] Alfonso XII-Nuestros días

Aunque en el cuadro cronológico no viene mencionado, Juan Carlos I abdicó el 2 de junio de 2014 en su hijo Felipe VI, siendo esta la séptima abdicación de un rey en España (cuarta, si consideramos a monarcas que estaban en el trono y lo hicieron de forma voluntaria).